Pintura en spray Titan |
El proceso de pintura fue sin duda el que más tiempo me llevó y el más problemático.
La primera duda que se te presenta es que tipo de pintura utilizar. En mi caso, y debido a mi escasa, o mejor dicho nula experiencia, decidí usar spray. La marca que más usé fué Titan para la pintura. Pero por supuesto se puede usar cualquier marca. Hay una marca muy barata que venden en los chinos, que se llama Pinty Plus. Yo la usé para algún detalle pero no me arriesgué a usarla para todo el cuadro.
No es que esté tirado, pero claramente parece la opción más sencilla. (Sin contar llevar el cuadro a una taller y que te lo pinten).
Dividiría el proceso en 4 pasos:
1.- Quitar los adhesivos originales
2.- Decapar la pintura original
3.- Aplicar capa/s de imprimación
4.- Aplicar capa/s de pintura
5.- Aplicar capa/s de barniz
1.- Quitar los adhesivos originales
Tenemos dos opciones. En el caso de que no nos interese mantener ningún adhesivo, podemos incluso rascarlos o quitarlos 'a lo bestia'.
Pero en el caso de que queramos mantener alguno la cosa cambia. Se trata de quitarlos lo más limpiamente posible para poder volver a colocarlos.
En esta caso lo mejor es retirarlos dándoles calor con un secador y tirando poco a poco. Yo quería mantener el emblema frontal con la marca y un par de detalles de las pegatinas del cuadro, concretamente el nombre de la marca.
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Para conservarlos hasta el momento de colocarlos los metí en pliegues de papel transparente de cocina y los guardé a buen recaudo, en un lugar donde no se arrugaran.
Adhesivos retirados del cuadro. |
2.- Decapar pintura original
Empieza la fiesta. Sin duda alguna esta es la parte más aburrida y más dura de todo el proceso. llegado este punto he de decir que si tienes un buen lugar de trabajo y herramientas adecuadas tienes mucho ganado.
Cuando digo un lugar adecuado me refiero a un lugar amplio y con ventilación donde poder aplicar un decapante químico (Mucho ojo con este tipo de productos. Aconsejo leer las instrucciones en lo que a seguridad se refiere). Lamentablemente yo no dispongo de un lugar así así que tarde mucho en acabar de pintar la bici ya que me vi obligado a hacerlo poco a poco y en momentos en los que no me echaran de casa.
Utilicé el tendedero de mi casa. Un espacio parcialmente ventilado de algo menos de 2 metros cuadrados. Y por supuesto siempre y cuando no hubiera nada tendido. Un número vamos..
En cuanto a las herramientas, necesitamos:
Decapante químico, espátula pintor, lija, cepillo cerdas de acero.
Lógicamente hay herramientas mecánicas muy efectivas en el mercado, pero cuestan dinero y se trata de que el proceso de restauración no me cueste más que una bici nueva :)
Lógicamente hay herramientas mecánicas muy efectivas en el mercado, pero cuestan dinero y se trata de que el proceso de restauración no me cueste más que una bici nueva :)
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El proceso empieza con el decapado del cuadro, es decir, quitar la pintura original. Para ello lo mejor es aplicar el decapante químico. Es importante usar guantes, mascarilla y gafas para proteger los ojos. Estos productos son muy abrasivos (claro, están echos para comerse la pintura) y si te caen en la piel pueden provocar quemaduras.
Comencé por la horquilla, ya que al ser la pieza más manejable me daría una idea de lo que sería hacerlo con el resto del cuadro. Conviene forrar bien el lugar de trabajo, con el fin de que no caigan restos de decapante al suelo o paredes. Para este fin usé cajas de cartón.
El decapante se debe aplicar con una brocha en cantidades más bien generosas y cubriendo todas las zonas. Una vez que tenemos la pieza bien cubierta de producto hay que dejarlo actuar mínimo el tiempo indicado en las instrucciones del producto. Aunque realmente recomiendo dejarlo bastante más tiempo, incluso toda la noche.
Hay que pensar que el trabajo que haga el decapante químico nos lo ahorraremos en la parte manual (Espátula, lija etc..)
Cuadro totalmente decapado y listo para pintar |
Una vez que el decapante ha actuado sobre la pintura, hay que retirar los restos. Veréis que durante el proceso poco a poco la pintura se empieza a arrugar y a levantar. Cuando termina de actuar el aspecto de la pintura es como el de una especie de gelatina arrugada sobre el cuadro.
Para retirarla podéis usar las espátulas de pintor. Con esto se quitará la mayor parte de la pintura. Esta es la parte más fácil. Podéis repetir el proceso aplicando más producto sobre las zonas que se hayan resistido.
Una vez que se ha terminado de usar el decapante retirar todos los restos de producto. Yo limpié directamente el cuadro dentro de la bañera y lo lijé con el taco de lija. después lo sequé bien con un cuadro.
Todo lo que quede hay que quitarlo con métodos mecánicos. Rascando con la espátula, lijando y también usé un cepillo de cerdas de acero, que acoplado a una taladradora es capaz de acceder a los lugares más difíciles, como las esquinas y juntas del cuadro. Mucho ojo con quemar la taladradora, dejadla descansar cada poco para que se enfríe..
Sin duda alguna esta fue la parte más penosa. Cuesta dejar el cuadro bien pelado. Pero merece la pena esforzarse si queremos que la nueva pintura se agarre bien al cuadro.
En mi caso la verdad que quedó bastante decente, pero como os cuento, esta es la parte del proceso de restauración que más tiempo me llevó.
No os puedo contar mucho acerca del tiempo que se tarda en hacer cada una de las partes del proceso de restauración porque como os he dicho en mi caso lo hice cuando pude, en ratos libres y con las herramientas de las que disponía. Algunas de ellas las compré sobre la marcha. Al final incluiré una memoria de materiales y de gastos.
Pero os puedo recomendar la mejor de las herramientas. Paciencia e ilusión.
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