Hace tiempo que me ronda la cabeza ir al trabajo en bicicleta. Si os
habéis fijado, el número de ciclistas que actualmente circulan por la ciudad ha
proliferado en los últimos años. Esto se debe a un movimiento, aun poco
extendido de gente que apuesta por la bicicleta para los desplazamientos
locales.
Al otro lado de este incipiente movimiento está la gran masa, que
circulan en coche o transporte público,
en el que ha calado profundamente
la idea de que esto no es posible.
Y es que amigos, estamos hablando de Madrid. Una ciudad grande, con
muchos desniveles, con una densidad de tráfico a veces insoportable y un nivel
muy elevado de contaminación.
Aun no puedo hablar por propia experiencia. Como hombre precavido que
soy, no tomo decisiones a la ligera, y he tenido en cuenta varios aspectos.
La bicicleta.
La bici no puede ser una bici demasiado buena ni demasiado cara, por la
sencilla razón de que en Madrid hay un buen número de chorizos, dispuestos a llevársela
en cuanto te despistes. Cuanto más chusta sea la bici menos probabilidades.
Pero claro, no mola nada ir con una bici de mierda. Si habéis estado en Ámsterdam,
una de las ciudades de Europa donde está más extendido el uso de la bicicleta
como transporte, veréis que allí casi todas las bicis son iguales,
impersonales, oxidadas.. Han aprendido, que la primera que se llevan es la
guay.
Mi bici :) |
En mi caso, usaré la clásica restaurada por mí mismo, cuyo proceso
plasmé en este blog, (Y de hecho le da nombre) Es llamativa pero la verdad que
en dinero si me la roban la pérdida no sería demasiado cuantiosa, a pesar de
haber invertido en varias mejoras. Eso sí, la pérdida en lo sentimental seria devastadora!!
En definitiva, diría que la bici, dejando cuestiones estéticas aparte,
debería ser poseer unas características técnicas que garanticen un mínimo de
seguridad a la hora de rodar. Buenos frenos, unas cubiertas resistentes a
distintas condiciones climatológicas, comodidad, manejabilidad y un desarrollo
que te permita adaptarte en este caso a los distintos desniveles que te ofrece
Madrid en este caso.
En mi caso el manillar de carretera quizás no sea lo más apropiado para
circular por ciudad, ya que la posición de los frenos no te permite ir agarrado
en la parte superior, por estar demasiado alejada de éstos. Pero de momento me
resisto a cambiarlo.
La seguridad
Como medida de seguridad he adquirido recientemente un candado ABUS BORDO 6000 de 120 cm. Uno de los
mejores del mercado según he podido leer en varias webs.
Candado ABUS bordo 6000/120 |
No es inquebrantable
pero desde luego no se rompe fácilmente. Tiene un nivel de seguridad 10 de 15 y
es muy fácil de transportar, ya que se pliega totalmente y viene con una funda
que te permite llevarlo en el cuadro. Hay varios modelos. Opté por esta
longitud porque creo que es suficiente como para candar la bici a cualquier punto
fijo. Por supuesto hay otras opciones, pero de entre todas las que he podido
ver, esta me pareció las que más se adapta a las necesidades de un ciclista
urbano.
Transportable y seguro. Aunque el peso es algo elevado (1.4k) es algo
inevitable si quieres alcanzar la cuota de seguridad que proporciona.
Aquí os dejo las características técnicas en la web oficial de ABUS:
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