Algunos de ellos se repiten continuamente cuando le preguntas a cualquier ciclista urbano con algo de experiencia, aunque no está de más repasarlos:
1.- Hacerte visible.
Que te vean puede ser la diferencia entre llegar felizmente al trabajo o no llegar. Y dentro del apartado de la visibilidad hay dos aspectos primordiales. El primero es la ropa que lleves. Es mejor no usar colores demasiado oscuros, sobre todo si vas a circular de noche y es importante llevar elementos reflectantes. El segundo son las luces. Circular sin luces por la noche es peligrosísimo. Me sorprendo cada vez que veo a alguien que lo hace. Te pones en peligro y es muy pero que muy fácil que te lleven por delante.
Hay que llevar una luz trasera roja y una luz delantera. Y cuanto más se vean mejor. Las hay de todos los tamaños y precios y es algo que no resulta nada caro.
2.- Circular por el medio del carril.
Cualquier ciclista que comienza a circular por vías urbanas junto con el resto de los coches, tiende a apartarse a la derecha para dejar que los coches le adelanten por el mismo carril por el que circula. De esta manera se quita la presión de llevar un coche pegado detrás, cuando subimos una cuesta o simplemente el tráfico es fluido y más rápido que el de un ciclista. Esto es un error.
Lo primero es que al adelantarnos por nuestro propio carril el conductor difícilmente guardará la distancia lateral de 1,5 metros necesaria para hacerlo con seguridad. Y por otra parte, circulando pegados a la derecha, nos exponemos a que algún coche aparcado abra la puerta sin mirar y nos llevemos un buen susto en el mejor de los casos. Por tanto si comparamos el peligro que entraña llevar un coche detrás versus un adelantamiento demasiado cerca o un portazo en la cara, está claro que nos sale a cuenta circular por el centro y obligar a que nos adelanten correctamente.
Debéis saber que dentro de los accidentes que se dan en los que está involucrado un ciclista , los casos en los que el ciclista es embestido por detrás son los menos frecuentes.
Otros aspectos relativos a la seguridad pueden ser más subjetivos, dependiendo del tipo de conducción de cada uno y de lo seguro que se sienta dependiendo de la experiencia. Yo he incorporado dos elementos a mi bicicleta que me hacen circular con un "extra de seguridad"
El primero es un freno "supletorio" situado en la parte superior del manillar. Dado que mi bici es de carretera tiene los frenos en la parte baja del manillar, por lo que cuando circulo más erguido y en posición menos aerodinámica, mis manos estan demasiado lejos de las manetas de frenos como para poder reaccionar ante una situación inesperada.
Para instalar este freno opté por un modelo de la marca Tektro (RL720) que se instala haciendo efecto sobre el mismo cable ya instalado para el freno original. Su instalación es relativamente fácil y no tiene un coste elevado. (Unos 26 euros)
Desde que lo tengo prácticamente solo uso este freno, por lo cómodo que es. He instalado solo el derecho y estoy pensando en cambiar la configuración de mi manillar, y dejar únicamente los frenos tecktro en la parte alta de este, ya que la mayor parte del tiempo circulo en esta posición. Ya veré. Esto me obligaría a no circular nunca agarrado a la parte baja, aunque esto solo lo hago bajando a velocidades altas, lo que no es muy recomendable por ciudad.
El segundo es un pequeño espejo retrovisor instalado en el extremo del manillar, en el lado izquierdo. Veo poca gente que lleve retrovisor, y entiendo que la gente sea algo reticente a ponerlo. Es un elemento más que se puede golpear fácilmente al apoyar la bici en cualquier sitio y no es demasiado estético. Además se puede suplir con un sencillo giro de cabeza.
Sin embargo el modelo que he instalado es pequeño y muy articulado, de manera que se puede plegar cuando no lo vaya a usar, protegiendo el espejo. Es de tamaño muy reducido y sus articulaciones permiten instalarlo en cualquier tipo de manillar. Francamente estoy encantado con este nuevo elemento de seguridad que me permite cambiarme de carril con tranquilidad , para adelantar a los vehículos parados y tener siempre controlado el carril de mi izquierda, por el que vienen la mayor parte de los sustos. Y mi cuello lo agradece.
El modelo en concreto es el "Zefal Spin" (Unos 10 euros)
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