Mochila sobre el portabultos |
Después de mucho ir al trabajo en bici, me he dado cuenta de
que uno de los puntos importantes el tema del sudor. Este tema ya lo he tratado
en post anteriores pero está muy relacionado con el portaequipajes, ya que la
diferencia entre llevar una mochila colgada a la espalda o llevarla en un
portabultos es abismal. Sobre todo si como es mi caso, la mochila va muy llena
porque lleves ropa para el gimnasio.
En un principio cuando llevaba la mochila a la espalda, no
tenía más remedio que ducharme en el gimnasio al llegar, ya que lo tengo junto
a la oficina. Sin embargo no me resignaba a depender del gimnasio para poder
desplazarme en bicicleta. Dándome cuenta de que la mayor parte del sudor se
generaba no a causa del esfuerzo físico propio de pedalear, sino al calor
generado por el contacto de la mochila y esfuerzo añadido de llevarla encima.
Por tanto la solución pasaba por un portabultos. Sin
embargo, si la mochila es grande, es bastante difícil acoplarla a un
portabultos por la estrechez de éste. Intente acoplarla con un par de tensores de
red, pero en la primera prueba que hice, la mochila empezó a ladearse, para
finalmente caerse por un lado, quedando colgada y golpeando directamente contra
la rueda, algo que por otra parte es peligrosísimo, ya que puede provocar un
accidente. Fracaso absoluto
El portabultos que uso, además es especialmente estrecho. Es
un modelo del Decatlón de esos que va anclado directamente a la tija, sin
apoyar en el cuadro. Con un cierre rápido que te permite retirarlo y ponerlo
muy rápidamente.
Por tanto o cambiaba de portabultos o hacia una “ñapa” para solucionar el asunto. La primera opción la deseché, ya que buscando por la red, no encontré nada que realmente se adaptara a mis necesidades.
Así que me puse manos a la obra. Empecé a pensar que opciones tenía para ensanchar el portabultos. Lo primero que se te viene a la cabeza es acoplar una caja de las que se usan para la fruta, pero esta opción me parecía demasiado aparatosa además de poco estética.
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Por tanto o cambiaba de portabultos o hacia una “ñapa” para solucionar el asunto. La primera opción la deseché, ya que buscando por la red, no encontré nada que realmente se adaptara a mis necesidades.
Así que me puse manos a la obra. Empecé a pensar que opciones tenía para ensanchar el portabultos. Lo primero que se te viene a la cabeza es acoplar una caja de las que se usan para la fruta, pero esta opción me parecía demasiado aparatosa además de poco estética.
Dándole una pensada más llegué a la conclusión de que si
siempre uso la misma mochila, lo mejor sería acoplar una superficie de un ancho
exactamente igual a la base de esta. Algo que proporcionara la suficiente
estabilidad como para que no hubiera peligro de que se desprendiera
lateralmente, usando para fijarlo uno o dos tensores de red .
Finalmente,
se me ocurrió acoplar una tabla de madera, de las que forman parte de los palés.
Use los siguientes
materiales:
-Tabla de Palé
-Cinta americana de color negro
-Abrazaderas metálicas para tubo(4)
-Juego de tonillo tuerca y
arandela (8)
Lo que hice fue fijar la tabla al portabultos de manera
transversal, usando las abrazaderas para tubos. La tabla, previamente la forré
con la cinta americana negra, para que el tacto fuera más plástico y rozara
menos la mochila además de ser más estético.
Una vez fijada la tabla, basta con colocar encima la mochila
y fijarla con los tensores de la manera que mejor te convenga. Yo puede dos por
el peso y tamaño de la mochila. Además me da más seguridad en caso de que uno
de ellos rompa o se suelte. Los fijé rodeando la mochila y enganchando los
extremos al propio portabultos o en las varillas situadas debajo del sillín.
El resultado ha sido bueno. A pesar de llevar el portabultos
alto (Conviene llevar el centro de gravedad bajo) la mochila queda bien anclada
y por muchos baches, giros o meneos que le he dado no se ha movido de su sitio.
Eso sí, al llevar bastante peso, la primera vez que ruedas cargado notas que la
estabilidad de la bici no es la misma, aunque te acostumbras rápido.
Lo bueno es que desde que uso este método ya no llego con la
espalda empapada de sudor, por lo que puedo salir duchado de casa e ir
directamente con la ropa de trabajo. Aunque esto depende de muchos factores.
Nivel de sudoración de cada uno, recorrido que hagas, velocidad..
En ocasiones
lo que hago es ir con una térmica debajo del abrigo, y al llegar al trabajo aplicar
desodorante y ponerme una camisa. De esta manera eliminas todo rastro de sudor.
Saludos!!
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